Generalmente la realidad no es como nos gustaría y tiene notas discordantes que rompen la armonía que buscamos en nuestras vidas. Es a partir de esta realidad que empieza un sueño, y es en los sueños donde encontramos aquello que realmente nos gustaría tener. Es cuando somos como realmente nos gustaría ser, sin nada que nos lo impida y sin ataduras. Nunca en la realidad tenemos la posibilidad de decir las cosas como realmente nos gustaría; pero en un sueño si hay que decir «te quiero» puedes incluso buscar tres formas distintas de decirlo. Al ver acabar el sueño buscamos un final que no quiere tener fin.